Como desconocidos

Ven vieja compañera, que el destino nos junta.

Acuéstate a mi lado por un par de minutos,

olvidemos el daño del pasado y su fruto:

la incomprensión aviesa. La soledad nos junta.

 

Ven mi querida amiga de tiempos que se fueron,

los Septiembres de ahora, no son ya, más los mismos.

Estréchame en tus brazos … más bien cerca, de frente,

contactando las pieles como en noches arcanas.

 

Por sobre tu hombro, entonces, miraré la ventana

 por sobre el río, acaso … tú mirarás la almohada.

No debemos mirarnos. Solo sentir la llama

que encendió en el pasado mi sangre y tu piel de tibio nácar.

 

Cierra fuerte tus ojos, yo cerraré los míos …

para sentir sin vernos… que los dos nos tenemos!.

La soledad nos trajo … nos unió sin quererlo …

y el frío del invierno, y el empujar del viento.

 

Ven aquí, vieja amiga, de los años que han sido.

No te sientas tan sola, pues que yo estoy contigo.

Tu piel huele a jazmines de pétalos crecidos.

Será una historia hermosa … de dos desconocidos … !

 

Cuando la noche parta … excitante y traviesa …

 

Dos extraños seremos, que solo se ayudaron

a combatir un poco sus tristes soledades …

sus vidas sin cariño … ¡ Pajarillos sin trinos…! 

 

 

 

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